La mitología maya.

Los relatos, creencias politeístas y rituales propios del pueblo y civilización de los mayas antes de la llegada de Cristóbal Colón, son lo que hoy en día conocemos como mitología maya. La civilización maya desapareció antes de la toma de contacto con los españoles, quedando los quinchés como únicos salvaguardas de la cultura maya, que fueron posteriormente conquistados y sus textos sagrados manipulados para facilitar la enseñanza del cristianismo.

El pueblo, la mitología maya y su cultura tienen una historia de más de 3000 años, desde que las primeras poblaciones se volvieron sedentarias tras el desarrollo de la agricultura. Sus primeras ciudades (750–500 a.C.) tenían una arquitectura monumental, con enormes edificios de piedra. Se trataba de ciudades-estado más o menos poderosas, que establecían un dominio en sus alrededores.

Hasta el siglo VI de nuestra era, la civilización maya prosperó, sin embargo, a partir de estos años, el poder político empezó a colapsar. Este evento queda reflejado en el abandono masivo de grandes ciudades, ciudades de cientos de miles de personas que quedaron vacías en pocos años. Este colapso se ve hoy en día como una combinación de diferentes factores: cambio climático que provocó una sequía, unido a sobrepoblación que empobreció el suelo por las técnicas de agricultura intensiva, impidiendo mantener alimentadas a poblaciones tan enormes. Las guerras, tanto internas como externas, acabaron debilitando a la cultura maya, provocando la dispersión de su población.

Cabe destacar que las civilizaciones americanas eran civilizaciones de la Edad de Piedra, puesto que no habían descubierto el uso de metales como el cobre, el níquel o el hierro. Sí utilizaban, sin embargo, el oro y la plata como elementos decorativos. No obstante, pese a la desventaja tecnológica, estos pueblos tenían unas civilizaciones muy avanzadas.

Lo poco que sabemos de la mitología maya y su cultura viene de textos recopilados a posteriori por misioneros cristianos. Textos que en muchos casos fueron modificados para introducir el cristianismo en las culturas mesoamericanas. Algunos de estos documentos son:

• Popol Vuh: “El libro de la comunidad”. Contiene los mitos e historias legendarias del pueblo quiché, mayas guatemaltecos, descendientes de la cultura maya del Yucatán. Este libro se considera el texto sagrado de los mayas. Entre otras cosas, habla de la creación del mundo, de las aventuras de los dioses gemelos y la creación del hombre. La versión más antigua que se conserva de estos textos es una versión dual en quiché y en español escrita por fray Francisco Ximénez.
• Chilam Balam: Se trata de un conjunto de libros por los que conocemos la historia de los antiguos mayas. Estos textos se escribieron durante los siglos XVI y XVII en la región del Yucatán, en México. Concretamente, se considera que fueron escritos en la localidad de Chumayel y las primeras versiones se escribieron en lengua maya. En estos tratados se habla de la religión maya, sus descubrimientos astronómicos, matemáticas, historia e incluso medicina.

Características de la mitología maya
Tal vez la característica más representativa de la mitología maya es la concepción de que el paso del tiempo es cíclico, y por tanto las catástrofes son incluso una parte indispensable de todo el proceso. Por esta razón, lo que mucha gente considera el Apocalipsis maya no es el final definitivo, sino simplemente el fin de un ciclo y el inicio de otro.

La mitología maya es politeísta, adora a un conjunto de dioses que son representaciones de las fuerzas de la naturaleza. Estos dioses viven en un reino sobrenatural, y mediante la adoración de los antepasados muertos, estos intercedían entre los mortales y los dioses. Estas divinidades eran caprichosas y reclamaban ofrendas y sacrificios. Otra de las características clave de las religiones precolombinas es la necesidad de efectuar sacrificios humanos. La sangre era alimento para los dioses, sacrificar una vida, cualquiera, constituía una gran ofrenda. El sacrificio humano era la mayor ofrenda que se podía dar a los dioses.

Todo aspecto de la vida estaba impregnado de lo sagrado y sobrenatural, desde el comercio hasta la preparación de alimentos, pasando, por supuesto, por las decisiones de las élites políticas y religiosas. Así pues, podemos encontrar rituales para toda la actividad humana.

Dioses maya

Diosa Ixchel

Como hemos dicho antes, la mitología maya tenía un panteón politeísta en el que las fuerzas naturales estaban representadas en diferentes divinidades. Compartían algunos de los dioses principales con otras culturas mesoamericanas como los aztecas. No obstante, la concepción sagrada del mundo para los mayas hace que los dioses no sean representativos de fenómenos concretos, sino más bien, su papel estaba en los cielos. Esta visión estaba intrínsecamente relacionada con el calendario maya y los movimientos de los astros en los cielos. Es mediante este calendario con el que los sacerdotes saben cuáles son las ofrendas adecuadas y para qué dios específico.

Para hablar de los dioses mayas, vamos a utilizar el mito de la creación del mundo para ilustrarlos: En el principio hubo tres dioses, los más antiguos de todos, y tan sabios como antiguos, estos dioses eran:

• Kukulkán: Conocido como Quetzalcóatl en la mitología azteca. Y al igual que su equivalente mexica, su nombre también quiere decir “serpiente emplumada”. Señor de las tempestades, creó la vida a partir del agua. Es uno de los dioses más venerados de la mitología maya.
• Tepeu: Es el dios del cielo. Su culto se extiende a lo largo de 3000 años.
• Hurakán: Que significa “con una sola pierna” o “cojo”. Dios de la tormenta, el fuego y el viento. También era conocido como “corazón del cielo”.

Según la mitología maya. estos tres dioses crearon al mundo y a los hombres con barro, pero su creación no duró mucho tiempo, pues el material era demasiado blando. Después de este intento, se les unieron otros cuatro dioses para ayudarlos a construir al hombre de madera, pero fracasaron porque su creación no tenía alma. Estos dioses fueron:

• Qaholom: El dios paterno cuya misión es engendrar hijos.
• Alom: Diosa pobladora. Junto a Qaholom concebirá a sus hijos para poblar el mundo.
• Bitol: El que le dio forma a las cosas.
• Tzacol: Se le menciona como uno de los dioses del cielo que ayudaron a crear el mundo.

Por último, más dioses se les unieron, esta vez tratando de crear a los humanos a partir del maíz. Para esto se les unió la diosa Ixmukané, que se le suele representar como a una anciana.

Utilizaremos el nombre panteón para referirnos al conjunto de dioses mayas, pero este término no es del todo correcto para abarcar la complejidad de la mitología maya. ¿Por qué es así? Los dioses mesoamericanos no suelen tener funciones específicas bien marcadas como en las mitologías griega o romana. En su lugar, varios dioses pueden ser uno solo, en distintas formas.

• Hunab Ku: Dios solitario o único Dios. Esta deidad solo está registrada en las fuentes hispánicas. Es un dios creador informe del que emana toda la vida, ningún otro ser está vivo salvo él, ya que él es el dador de vida. Este concepto de un dios supremo incorpóreo fue un elemento extremadamente útil para los misioneros durante la cristianización. Algunos historiadores incluso dudan de su existencia, puesto que consideran que esta deidad pudo haber sido parte de un artificio para introducir el concepto de monoteísmo y así establecer una transición entre la antigua religión politeísta, formada por numerosos dioses mayas, y el cristianismo.
• Zamná: Fue un gran sacerdote itzá conocido por haber participado en la fundación de Chichén Itzá alrededor del 525 d.C. Tras su deificación se le conoce también como Itzamná. Fue un erudito que vino del Este y le puso nombre a muchos lugares y cosas. También creó los jeroglíficos que las gentes de la región utilizaron como escritura durante siglos. Se dice que también creó la medicina maya, el calendario y la agricultura. Se le considera fundador de la cultura maya. En los códices se le representa como un gran dragón con dos cabezas. En su forma humana aparece como un anciano desdentado, mejillas hundidas, ojos grandes y nariz aguileña.
• Kukulkán: Es el dios maya que recogió el testigo de la Serpiente Emplumada, uno de los cultos más antiguos de América. Se le relaciona también con el dios azteca Quetzalcóatl. Está relacionado con el viento. Es uno de los dioses mayas creadores, ya que creó la vida a partir del agua y junto con Hurakán y Tepeu creó a los humanos a partir del barro. Kukulkán viaja siempre delante del dios Chaac, ya que con su viento barre la tierra y anticipa las lluvias. Es el más conocido de los dioses mayas.
• Kinich Ahau: Señor del ojo del Sol. Es el dios del sol de los mayas, además es patrón de la música y la poesía. Se le considera una de las formas de Itzamná. Es rey de los dioses mayas y se encargaba de solucionar las disputas y repartir las riquezas entre los pueblos. Los sacerdotes de sus templos cumplían a su vez la función de oráculos.
• Ixchel: Diosa de la Luna y esposa del anteriormente mencionado dios del Sol. Es patrona de la medicina, el embarazo, el parto, el tejido y las inundaciones. Suele aparecer en el arte como una anciana que vierte un cántaro de agua sobre la tierra, o bien tejiendo con un telar en la cintura y una serpiente retorciéndose alrededor de su cabeza. Debido a la relación de los ciclos lunares con los ciclos agrarios, también se la consideró diosa de la fertilidad y está asociada al dios de la lluvia, Chaac.
• Chaac: Es un dios vinculado al agua y sobre todo a la lluvia, siendo él la personificación de esta última. Se le representa con una gran nariz en forma de probóscide o trompa y dos colmillos que se enrollan y apuntan hacia el suelo. Era uno de los dioses mayas más populares, sobre todo entre el pueblo llano y era ampliamente venerado, sobre todo por su capacidad para arremolinar las nubes y producir la lluvia.
• Yum Kaax: Antaño se creía que era un dios agrícola, sin embargo, el análisis etnológico ha demostrado que esta era una creencia infundada. Yum Kaax era dios del territorio silvestre, los bosques y los animales que habitan en ellos. Era un dios importante para los cazadores. Cultos similares se encontraron entre los indígenas norteamericanos. La confusión de la concepción agrícola de este dios viene porque los granjeros de maíz también consagraban a él sus cultivos, pero para protegerlos de los animales salvajes.
• Ah Puch: También conocido como Kitzin, el Apestoso. Es el rey de Xibalbá, el inframundo. Por esta razón se le relaciona con la muerte. Se le representa como a un esqueleto con calavera de jaguar. En caso de representarlo con carne, esta muestra un aspecto hinchado y necrosante. Por su numerosa aparición en los códices, podemos suponer que Kitzin era una de los dioses mayas más importantes. Es un dios maligno y acecha las habitaciones de los enfermos para cobrarse su próxima víctima. También se le relaciona con la guerra, la destrucción y los sacrificios humanos.
• Ek Chuah: Es un dios relacionado con el cacao, la guerra y el comercio. Es protector de los mercaderes. En función del relato mitológico en cuestión se lo representa con una lanza (en tiempos de guerra) o con un saco lleno de mercancías para vender.

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Amrit Goyal